Consta de tres esferas:
• Estructural: consiste en diferentes técnicas destinadas a devolver la movilidad a nivel muscular y articular.
• Craneal: consiste en técnicas que se aplican para mejorar las tensiones del cráneo que pueden estar produciendo síntomas locales (cefaleas, sinusitis, vértigos, problemas de maloclusión, bruxismo…) o a distancia (trastornos digestivos, desequilibrios posturales…).
• Visceral: consiste en técnicas que se aplican sobre los tejidos que envuelven a las vísceras con el objetivo de mejorar su función, que puede verse alterada tras una inflamación (como alergia alimentaria, infección) o una intervención quirúrgica y puede desencadenar dolor referido al sistema musculoesquelético.