La idea que hay detrás de este método es muy clara, porque la constante función de la musculatura es necesaria para mantener los rangos de movimiento en las estructuras; también para mantener la adecuada circulación sanguínea, drenaje linfático y la homeostasis en la temperatura corporal.
Todas las acciones del Vendaje Neuromuscular se explican de manera simple por la capacidad elástica de la tela. Ese factor provoca principalmente un aumento de la microcirculación arterial y linfática en la zona de aplicación, y una estimulación de la piel y fascias en dirección del acortamiento o distensión del músculo.
Como resultado se estimula la contracción o relajación de un músculo determinado.
Permite, al fisioterapeuta, alargar los efectos del tratamiento durante un período de tiempo tras la sesión, de 3 a 7 días, después de los cuales es conveniente quitar las tiras tirando a favor del vello para evitar irritaciones.